Dícen que se trata del flagelo ecológico más terrible. De la única especie que mata por matar. De su lugar original la cruzó un científico alemán de la Universidad de San Pablo, por los '60, para el entrecruce genético y que las comunes rindieran más miel. Pero cuentan que unas treinta reinas con sus séquitos se escaparon sin querer y lentamente llegaron hasta Camet por el sur y Texas en el norte. Tienen especial predilección por atacar velorios, cortejos fúnebres y partidos de fútbol.
sábado, junio 24
PELOTAS PERSONALIZADAS
CON EL NOMBRE GRABADO Y TODO
Desde 1974, que irrumpió con furor en casi todo el planeta, la multinacional Adidas con sede en la entonces Alemania Federal porque todavía existía el Muro de Berlín ha ido imponiendo gustos y tecnología fundamentalmente en materia de indumentaria deportiva. También en cuestión de pelotas oficiales. Para más de un chichipío, en este último Mundial, le debe haber resultado extraño que los capitanes, antes de empezar el partido, además de intercambiarse los consabidos banderines de sus asociaciones y confederaciones nacionales, intercambien una pelota. Pero es que además que la de la final va a estar recubierta por una fínisima pátina de oro, cada una tiene impreso los nombres de los países que se enfrentan. No son pelotas cualqueira, hechas en serie. O tan en serie. Ese pequeño toque distintivo les agregó un elemento de penetración más a la Sociedad de Consumo en nuestra vida diaria.