Por suerte tenemos un periodismo que no le teme a nadie. La gordita se puso mimosa y el jilguero no alcanzó a hacer a tiempo. Sus últimas palabras, según fuentes dignas de confianza fueron: "¡Ma qué virus ni virus! Se me vino encima la Sociedad Rural y toda la Mesa de Enlace." Los que fueron al velatorio aseguraron que parecía dormido, aunque un tanto tirando al tono violáceo.