CURRICULA PARA OTRO ASPIRANTE A INTENDENTE DEL GBA
A Ricardo Jorge Lemos (¿Mascardi?), peronista de los llamados federales, aliado al multimillonario Francisco De Nárvaez, de 34 años, casado, dos hijos, que aspiraba a la intendencia de San Miguel, no se le puede negar una currícula tan frondosa como interesante. Según él, como se autodefine en el video, un empresario exitoso, antecedentes penales varios, boliches nocturnos, dimes y diretes de vinculación con los narcos de la zona y el último 26 de julio empapeló Buenos Aires opacando a Hugo Moyano. Era socio de Miguel Villalba, un ex guardaespaldas de Luis Barrionuevo y ex narco que incursionó en la política para ocupar el mismo cargo al que aspiraba Lemos, pero en San Martín, y con antecedentes judiciales relacionados con la venta ilegal de automotores. Justamente la compra venta de rodados de alta gama es otro de los rubros del que ahora aparece como víctima de un atroz homicidio. El matutino deportivo Olé, de la cadena de Clarín, luego de su incursión propagandística, lo publicó al día siguiente con una gorrita de Boca, en un paraavalanchas de La Bombonera. Allí lo conocían como El Loco Mascardi y lo vinculaban con un barrabrava hoy preso y caído en desgracia, Richard El Uruguayo Laluz. En ese ámbito Lemos se habría relacio nado también con el ya mencionado Miguel Mameluco Villalba, condenado en 2004 a 12 años de cárcel como organizador y financista de un cartel narco en connivencia con policías y sindicalistas, y ex candidato a intendente de San Martín. De otros tiempos, le adjudican su cercanía al legendario Batata, barra de Chacarita, acusado de un sonado episodio en una Exposición Rural en épocas del Chango de Anillaco y Felipe Solá.
Los principales sospechosos son Marcelo Maradei y Marcelino Pandiani, quienes estuvieron con él el último día que se lo vio vivo. El primero de los nombrados es el que aparece en el medio del video, entre entre el reportero y el hoy sospechado víctima de secuestro seguido de asesinato. Su cuerpo fue encontrado dentro del campo El Descanso, calcinado, sin cabeza ni extremidades, merced a una denuncia de un testigo de identidad reservada y localizado el lugar por un perro policial especialmente entrenado en el hallazgo de restos humanos merced a la señal detectada en ropas de la víctima. Justamente una campera envolvía esos restos, que su mujer identificó como la que llevaba puesta cuando salió de su casa. El rastreo de los celulares de los sospechosos lo dan operando en las zonas en horas que coincidirían con el hecho.
Lemos, aparte de la denuncia que hace en el video, pensaba enfrentar en las elecciones al Ñato Aldo Rico, que ya supo ser intendente de esa localidad, y ahora los datos consignados dicen que la noche de su desaparición se hizo dejar por los oficialmente sospechados en un local de comidas rápidas de Panamericana y ruta 26, donde se iba a encontrar con una mujer. Las cámaras de seguridad instaladas en el lugar no registran su figura ni el vehículo en que lo movilizaban porque él estaba a pie.
A pesar del pedido del fiscal con respecto a la detención inmediata de los sospechados, el juez la denegó aludiendo que no está todavía científicamente probado que los restos encontrados pertenezcan a Lemos y la cantidad de indicios en la misma dirección apunten todos hacia los mismos protagonistas. Las versiones más firmes sindican a los sospechosos ligados a una deuda de por lo menos un millón de pesos y otras especulaciones hablan de otras cifras y otros negocios.
Mientras la viuda asegura que lo mataron arteramente por la deuda el magistrado se encuentra a la espera de los resultados del ADN. Se ha dejado constancia que como parte de su ahora interrumpida campaña proselitista, a lo que no era un político de los clásicos, repartía remedios. Algunas publicaciones online, dedicadas a la vida política suburbana, manifestaban que semejante final ya era tan esperado como anunciado, dados los antecedentes y las compañías que lo distinguían, y hasta las denuncias que hace en el video, el Día del Niño, de atentados de los cumpas contra sus locales. Lo más llamativo que apuntan las usinas locales es el vertiginoso crecimiento económico de los últimos tiempos y su imprevisto cambio hacia la actividad política, no justamente en compañías recomendables ni prestigiosas. Completando el cuadro, el abogado platense Fernando Burlando asumió la representación de la viuda y no trepidó en acusar a los sospechosos de la autoría. Burlando, hijo y nieto de magistrados de la capital bonaerense, aspirante a presidir el club Estudiantes de la Plata, también está en todas las pantallas por el Caso Píparo y en una entrevista confesó que usa un auto blindado y anda armado, además de que el mínimo para aceptar una causa anda en los 750 mil pesos. De ser cierto el millón en danza por el asesinato de Lemos sobrepasa en casi un 50% sus expectativas profesionales.