viernes, julio 21

MAS SUIZO NO PODIA SER


"Usted tiene razón. Yo me voy. Pero habría que ver por qué pasó esto." ZZ a Elizondo.

SALOMON QUEDO HECHO UN POROTO

Al final, el Comité Ejecutivo de la FIFA, reunido especialmente en Ginebra para tratar el tema bajo la bota, perdón, la presidencia del suizo Joseph Blatter, decidió no llevar a cabo el careo entre el franco-argelino Zinedine Zidane y el italiano Marco Matarazzi a raíz del frentazo que le aplicó el primero cuando faltaban diez minutos para terminar el suplementario de la final de Alemania 2006, el pasado domingo 9 de julio, y superando varios récords locales le aplicó tres fechas de suspensión para partidos internacionales al primero de los nombrados y dos al tano por haber provocado la situación.
La payasada es que ese partido fue el último del Gran Zizou, que al final no le quitaron el Balón de Oro como mejor jugador y que de esta manera se invisibilizó cuál fue el insulto que desquició al N° 10 cuando le recordó que todos sabían que la hija de puta de la hermana era una terrorista. Para que a nadie le cupieran dudas, un alcagüete de Silvio Berlusconi, también dedicado a la política y siempre un poquitín más a la derecha de Dios padre, le puso la cereza al postre cuando públicamente recordó la pérdida de la identidad de los francos (sic) al tener un equipo lleno islámicos, negros y comunistas. El bípedo implume se olvidó de uno que tiene callos plantales. Este segundo premio para Zidane, porque no se puede considerar castigo una pena que no puede cumplir y que ratifica el topetazo con que lo planchó de culo al 23 de los azurri fue el único acontecimiento valedero de un mundial mediocre, entre equipos menesterosos y amarretes, amén de que introdujo la Guerra Santa sobre el césped (ver) y justo en el momento en que las FF.AA. comenzaban a asolar al Líbano con el pretexto de que un grupo ultrareligioso árabe había tomado prisionero a una docena de soldados de ese país. Zizou tuvo un imprevisto halago más cuando ayer, el Día del Amigo a iniciativa de un marpletense que patentó el invento para festejar el primer alunizaje de un astronauta nortemaericano y el comienzo de la Reunión Cumbre del Mercosur con la presencia de todos los primeros mandatarios y la invitación especial a Cuba, tras su arribo, el comandante Fidel Castro le dijo a la tevé venezolana: "No estoy de acuerdo con que hayan sancionado al argelino. Yo lo he visto, y debe haber sido duro el insulto para que reaccione así. Le rindo homenaje a ese deportista de la ex colonia". ¿Oíste, Joseph?