viernes, marzo 30

AL FINAL GANO EL ELECTORALISMO


EL RAFA EN MEDIA SOMBRA

Ayer al mediodía, oculto en una caravana de autos último modelo con vidrios polarizados, secundado por su abogado y dos condenados más, se presentó detenido en una dependencia de Villa Lugano, Rafael Di Zeo, (a) El Rafa, promovido capo di tutti capi de La 12, mientras medio centenar de su claque le hacía el aguante tras las alambradas y con cantitos hechos a medida puteaban gruesamente al sistema administrador de justicia que para ellos opera solamente en contra Boca, reavivando el viejo sentimiento de perseguidos que arrastra el imaginario colectivo del club.

Entre pitos y flautas, la condena a 4 años y 2 meses por coacción agravada por el uso de armas, si no media otro juicio oral que le están por iniciar, el ex tesorero de la Fundación Jugador Nº 12, que fundara el legendario Abuelo Barritta y que funcionaba en su casa, luego clausurada judicialmente bajo el presunto blanqueo de dinero non sancto, cuando mucho no alcanzará a estar ni dos años, con el aliciente de empezar a disfrutar pronto de salidas los fines de semana y después durante el día a trabajar, dado que el penal de Ezeiza, donde fue trasladado, es con esos fines.

Fuentes que no fueron identificadas aseguraron que no se lo llevó al viejo y tradicional de Villa Devoto porque todavía quedan allí los últimos remanentes de los condenados por el doble homicidio de Parque Lezama en abril de 1994, luego de un superclásico en la Bombonera, y que significó el comienzo del ocaso definitivo del nativo de Calabria y nacionalizado argentino, al que sucedería justamente El Rafa, y cuando ya hay aprestos con ciertas amenazas de tormenta para la sucesión de tan importante cargo, ya que a los onerosos gastos comunes va a haber que agregarle el mantener al jefe y los suyos encerrados.

Mucha más confusa la situación es que además de nunca saberse su domicilio cierto, de estar casada con una alta funcionaria del gobierno bonaerense de Felipe Solá y de veranear la última temporada en las muy exclusivas playas de Pinamar, sin que tampoco se diera a conocer dónde lo hacía, por ahora no se sabe si sigue con el cargo de ñoqui de la comuna porteña que disfrutaba desde la época de los radicales y si el club decidió por fin darle de baja como socio al haber una condena tan firme y no, como ha sucedido en otros casos, que los echaron por morosos por no tener sus cuotas al días. Por lo pronto, lo único seguro es que al próximo verano lo va a tener que pasar, cuando mucho, en una Pelopincho en el patio del penal o dándole a la manguera.

La pena contra el Rafa, su hermano mayor y otros tres más es a consecuencia de una reyerta ocurrida en 1998, cuando el célebre juez Perrotta había decidido suspender el fútbol porque la ignota asociación Fair Play había presentado un recurso de un ciudadano que si bien nunca había pisado una cancha, de leer los diarios y mirar la tele tenía miedo y pidió amparo judicial. El abogado patrocinante era el mismo que defendió a Francisco Ríos Seoane, entre otras cosas presidente del Deportivo Español, acusado de instigar y quemar vivo al dirigente Ignacio Torres, en 1996, por no aceptar venderle el club a Mauricio Macri y llevarlo a Mar del Plata con César Menotti como manager.

Aquel día, como los jugadores se empezaban a amocosar por las idas y venidas judiciales, se pactó un amistoso entre las primeras de Boca y Chacarita, a media mañana, un día laborable, y algunos de los muchachos funebreros se hicieron presentes, empezaron a decir cosas y fue mandado a llamar el Rafa y los suyos para que entraran en funciones. Lo que sucedió fue que la tevé, carente de materia prima para sostener el apetito de los consumidores, estaba presente y grabó fielmente cómo cobraban a destajo los osados partidarios del club en ese momento todavía bajo la férula de Luis Barrionuevo.

El consabido escándolo mediático ganó titulares de todo tipo y el nuevo look fashion del flamante hombre fuerte de La 12 cobró popularidad, a tal punto de ser tapa de Play Boy y de algunos semanarios progres. El desenfado y la fanfarronería de decir que en el celular tenía todos los teléfonos del poder, una afirmación general que le apuntaba principalmente a Alberto Fernández, jefe de gabinete, se tornó crítica con la inminencia de las elecciones y algunas lecturas indican que si en su momento no fue en chirona directamente desde Tribunales por que efectivamente hubo algún llamado salvador, ahora le retiraron el paraguas y el mal tiempo reinante en todo el país lo empapó y le hizo bajar el moño, sobre todo cuando no hubo triquiñuela que valiera y que incluso su defensor ironizara frente a cámara por la velocidad como se superaban las instancias, cuando es sabido por todo la tortuga con artritis que por lo común caracteriza al aparato judicial.


En los últimos días Buenos Aires fue empapelada con afiches de excelente factura y fotocromías con todos los colores necesarios, titulados:

PALO EL RAFA ATRAS DE MACRI

en clarísima alusión al nexo que los une por la pasión boquense, le daba un tinte de cargarle el mochuelo al pingo más firme que tiene la derecha porteña. Ahora, la entrega mansa, que fue previamente pactada para que lo llevaran a Ezeiza y no al viejo solar de la calle Bermúdez, deja las cosas un poco en calma por un tiempo. Después del año electoral que se viene, ya se verá.