sábado, marzo 31

¿QUE TE PASA, GEORGE?


¿MAS CANAS TODAVIA?

El actul jefe de gobierno, que se postula para ser electo por las urnas, ex comunista igual que su antecesor, Aníbal Ibarra, al que destronó con un golpe de conejo por la tragedia de República Cromañón y quedó como pato de la boda de tirios y troyanos, acaba de despacharse ayer, se ve que bajo los efectos de una sobredosis del poético pernod parisino de sus antepasados franchutes, con que el próximo de 24 de junio los flagelados porteños también votarán un plesbicito para ver si quieren o no tener policía propia, PERO CONTRAVENCIONAL, ¿eh?, soplar pitos por pasadas de semáforos en rojo, usar el ciclomotor sin casco, nada de andar metiendo el hociquito en homicidios, zonas liberadas para afanar, narcotráfico y demás, que son viejos cotos de caza de la Polícia Federal, (a) La Federica, la ex mejor del mundo, el miniejército personificado del centralismo unitario en el país aparentemente federal.

Se ve que asesorado los ingenieros Macri, Blumberg y Bragagnolo, poseído de una histeria histriónico, el susodicho, que alguna vez junto al busto de su ex camarada Osvaldo Pugliese, en la punta de diamante de Corrientes casi Canning, donde escribiera Recuerdo en 1924, alabó la incomporable coherencia entre ética, ideología y praxis, pero parece que es una virtud de uso sólo para los tangueros.

El, con un look más acorde para presentarse como candidato a las presidenciales de la República de Puerto Madero, se despachó con una sanata que causaba vergüenza ajena, con un auditoria ortiba que lo aplaudía a rabiar, sin decir un pito en cuánto va a aumentar el apaleado y deficitario prepuesto porteño, las necesidades que tiene el sector sur, donde los chicos se mueren de cáncer por la contaminación, y salvo lo impetérrito de María Julia Alsogaray, que juró limpiarlo en un año hace más de una década, el único y el último en limpiarlo al Riachuelo fue un tal Domingo Faustino Sarmiento, en 1871.

De la proclividad de la función para las coimas, las mordidas, pasar el pancito, ni mu. Propone una mezcla rara de los viejos zorros grises con bomberos, pasando por pato vicas después de hacer un curso de humanismo y derechos humanos en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo. Esto es, que a la barrabasada de la que sólo son capaces los peronistas y los radicales cuando se juntan, esto es, la reforma constitucional de 1994, que creó la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires, ni provincia ni estado federal ni queco, cuya gestión inauguró de manera triunfal el inolvidable cordobés Fernando de la Rúa, (a) Chupete, de histórica e inolvidable gestión pública sobre todo con la primera ley contra las barras bravas que iba a dejar a las canchas como liceo inglés, porque él no era afrancesado, se limitó a ser patético, solamente, y fue así que se convirtió en el primer estado federal sin poder judicial ni policía propia, pero ahora va a seguir coja, sólo que con dos canas a falta de uno.

Parece que entre las lecturas del refinado Monsieur Georgie nunca leyó ni tiene idea del caso de Jack The Ripper, un lugar común de toda publicación policial que se precie de tal, donde la tilinguería inglesa de la época en forma de Scotland Yard y Policía Metropolitana, haciéndose zancadillas, borrando pruebas y sembrando otras para joderse entre ellos, porque se odiaban más entre ellas que a los delincuentes que tenían que descubrir, seguir y agarrar, hizo que el célebre degollador parara la depuración de putas londinenses por decisión propia, porque si hubiera sido por la eficacia de esos zoquetes todavía estaría cortando gañotes y despresando a las pobres chicas del sí fácil.