viernes, marzo 16

LA RAE SE PONE A LA ALTURA DE LOS POBRES


YA NO MAS JERGA ORILLERA O DE POBRES

La Real Academia Española anunció que antes del 2010, justo con nuestro bicentenario, aceptará oficialmente el vocablo okupa y sus derivados, dando una prueba más del aggiornamente de una institución casi siempre llena de polillas y que llega más tarde que los bomberos.

A todo esto, en 9 de Julio, avenida Río Paraná, los desconocidos de siempre procedieron a okuparle un chalecito a Lyde Peralta, jubilada como bailarina clásica y durante décadas directora del Ballet Estable del Teatro Argentino de La Plata, edificado sobre un terreno de 247 m2. Es su única propiedad, por cierto para nada lujosa, sino todo lo contrario, a la que iba de cuando en cuando a cortarle el pasto y podar los árboles. Ella siempre fue partidaria de alquilar y en el barrio del Once, donde se ocupaba diariamente de darle de comer a los gatos callejeros que pululan cerca del mausoleo de Bernardino Rivadavia, y que la amaban y ahora la extrañan porque se fue y vaya a saberse si vuelve, enferma y ya doblada la esquina de los 70.

Desde hace poco más de un mes, oh casualidad, Lyde no está en el país. Casada y separada de un monagesco, el único hijo, de profesión abogado, vive en el principado y había decidido buscar ese refugio porque le detectaron un tumor maligno en un pulmón, producto de la saña con que fumó toda la vida. Lyde está mal en este momento, a pesar de haber comenzado quimioterapia en una clìnica ubicada en territorio francés porque el el principado de los Mondelli es de 15 cuadras por 10, apenas alcanza para el casino y el circuito de F1.

Los uniformados de 9 de Julio no aceptaron la denuncia de vecinos ni de la inmobiliaria que Lyde había dejado al cuidado de su propiedad. Aducen que tiene que ser un apoderado legal con todas las de la ley, porque los bonaerenses, cuando quieren, se vuelven súbitamente legales. Ahora, a todo esto, el que crea que el chalecito de la bailarina está okupado por negros borrachos, bailanteros, desocupados, asaltantes, pordioseros, gente sin casa ni techo, parias del capitalismo, bueno, que lo crean. Ya cortaron el pastito y pintaron las aberturas que un primor, baldean las veredas, y en una de esas empiezan a traer macetas y poner florcitas. Se aprestan a hacer lo mismo con las paredes, cosa que la casita les quede pipí cucú, a ver si pasan los vecinos y creen que son pobres, y la pobre Lyde se pone peor al enterarse que encima que la afanaron le están haciendo bolsa lo que cuidó durante tantos años, compró con su trabajo y faltaba cuando se iba de joda por ahí, a crear el ballet estable de Córdoba y otras pavadas. El temor, sobre todo en el gremio inmobiliario, es que no se trata del primer hecho con estas características y a los que se pusieron pesados con pavadas como la constitución, la propiedad privada y los códigos vinieron Los Muchachos y les dieron para que tuvieran, la ley, lo único que falta.

Che, perdón por la mala leche, ¿pero aquí no ha habido algo parecido a lo que llaman inteligencia previa en una nueva forma de zonas blancas en el país de las García Belzunce, las Norita Damasso y donde Julio López sigue ausente sin aviso?

No seremos Dinamarca ni tenemos a Shakespeare, pero qué olor a podrido que hay, por la puta madre.