La alarma es creciente y justificada. Sobre su vida los positivistas quisieron crear los primeros modelos de la sociología general. Las metáforas con muchas. La explotación de las obreras, la existencia de una sola reina y la cómoda vida de los zánganos hasta que deciden dar rienda al instituto reproductor y pierden el aparato completo y la vida.
Por supuesto, con los norteamericanos haciendo punta, las investigaciones apuntan en diferentes direcciones y todo parece indicar que no se da pie con bola.
La polenización del planeta también estaría en riesgos. Imposible reemplazar la tarea por mano de obra humana o tecnología.
Parece un contrasentido que la Revolución Cultural que ha significado la explosión informática y la globalización se enfrente con la desaparición de un bichito en apariencia rudimentario y primitivo.
Nos mantendremos al tanto de este silencio. No está en juego sólo la vida de ellas. Puede que más temprano que tarde, la del planeta mismo.